No sé si llegando de algún cometa
de alguna estrella te encontraré.
Tus ojos que resplandecen y tu silueta me gustan ver.
Un sentimiento sagaz y asesino derrocha llanto de lágrima en una pared.
El fulgor, el fulgor es eterno.
Tu mente brilla y tus palabras también.
Es de noche en el esplendor de mi encanto.
Y hasta lo más oscuro de tu orgullo enamoran en él.
Está en mi mente el asesino que enfría mis sentimientos alguna vez.
Pero jamás quise encontrarme tan perdida que sola
y con sus restos anhelando tu querer.
Como clavado en mi pecho,
en suaves suspiros te llevaré.
En cada flor que yo veo,
en cada paisaje que iluminado por estrellas
desvanecen mis pensares por volverte a ver.