¿Qué se puede pensar de la familia, cuando tu sangre te negó?
Crecí tras tanto que no fue.
Mamé la más grande de las decepciones.
Me acostumbré a la idea de que un papá no es tan importante.
Adopté la idiotez de aceptar que se podía vivir sin una hermana, teniendola.
Reí, lloré sobre mil y una mentiras.
Acepté la ignorancia de unos cuantos y la tomé como propia.
Elegí hacerme a un costado y conmigo a mis diez mil preguntas.
Preferí no saber.
Crecí armandome un presente, fantaseando con un futuro desconociendo por completo el pasado.
Y esto va para los que creen que se necesita de un pasado para formar un futuro.
No tengo más pasado que el que viví.
No existe vida antes de mis pestaneos afuera del útero.
Y la vida me regaló a una familia tan pero tan poco convencional.
2 mamás. 2 papás.
Tíos, padrinos, primos.
Ahijados y amigos.
Abuelos.
La vida me emparentó con aquél flaco de ojos celestes.
Me dijo: tomá. Esta es tu familia.- y en una sola persona me regaló 10.
Porque él fue quien fue... Mi tía salió quien es. Mi mamá me tuvo como me tuvo y yo crecí como crecí.
Familia no es eso que te dicta la sangre... Familia es eso que tenés cuando abrís los ojos y te está mirando.
Gracias a todos por formarme.
Feliz día.