Pausa.

Caminar...
Caminar, transitar...
Transitar, transportarse...

Encontrar a otro y caminar al lado.
Adelantarnos, corrernos.
Pedirle la mano, agarrarlo de la cintura.

Momentos, encuentros.
Abrazos, besos,
suspiros, lamentos.


¿A dónde ir cuando no se sabe qué se necesita?
¿Qué curar, cuando se desconoce la enfermedad?


Tenés que cambiar...

Quizás el modo tenga que ser otro...
El modo tiene que ser otro.
La manera de ver las cosas tiene que ser, sin ninguna duda, distinta. Diferente.

Nena, estás tan lejos de ser realmente quien querés...
No hay lugar en el mundo para tus pretenciones y tenés que empezar a buscar otras salidas.
Las que tenias planeadas tienen las puertas tapiadas de el otro lado.
Ese camino que alguna vez aquellos te trazaron, sólo en tu imaginación, son imposibles de ser transitados.
Las casas no son de papel, ni las personas de algodón.
Hay más aparte de vos, y vos sos quien tiene que cambiar. Cambiar para poder encajar en el mundo.

Nena... Sos una pieza de otro rompecabezas.
Sos una porción de jamón y morrones en una napolitana.
Y no sobrás, pero simplemente tenés que encajar.



Que simple sería si conocieras ese rincón en donde enterrar toda esa furia y así poder vivir en paz...