* Sigue Girando *

Hace rato que no escribo...
Hace rato que no busco un momento para mi.
O quizás hace rato ese momento no se da...

A veces me gustaría saber cosas que necesitan de la memoria. Al recordar ese paso pierdo el interés.
Es ahí cuando creo interrogantes inexplicables.
¿En qué momento uno deja de ocuparse de uno?
¡Y es ahí cuando se necesita de la memoria!. ¿En qué momento dejé de ocuparme de mi?.
¡Ay! ¡Yo qué carajo sé!. ¡Si apenas me acuerdo de lo que usé hoy para alimentarme!.

En qué momento nos olvidamos de que nosotros también somos individuos. Individuales.
De que tenemos necesidades. Necesidades de esas a las que podemos acceder facilmente. Necesidades que podemos subsanar nosotros mismos.
En qué momento una mujer deja de ser una para pasar a ser dos, y no precisamente porque sea madre sino porque se puso de novia.
En qué momento él dejó de ser sólo él para pasar a ser él y yo.
¿Lo elegí? ¿Lo eligió?.

La familia, ese bien que tanto ponderamos... ¿No nos impide ser de nosotros y para nosotros?.
Ahora la pregunta es... ¿Nosotros, qué queremos?.

Esa idea que ronda por nuestras cabezas se cae como de un quinto cuando nos preguntamos eso.
Nosotros... Qué queremos.

Queremos ser islas que por serlo se ocupan de sí mismas únicamente sin prenderse a nadie ni dejar colgar a nadie de nosotros?.
O queremos prendernos de alguien y dejar colgar a alguien de nosotros?.

A veces me da la sensación de que todos somos prendas de vestir... Y que a su vez somos perchas. No me preguntes cómo, pero sí, somos las dos cosas.
Y nos colgamos, y se nos cuelgan. Y nos olvidamos de que no dejamos de ser un pantalón.
Un pantalón que ya con el primer uso deja de ser lo que era. Por más "Ala Matic Baño De Espumas Y Aroma Floral" que le pongas.

A cuánto podemos llegar... Cuánto somos capaces de tener... Y cuántas cosas somos capaces de perder...
Nos animamos a crear un mundo sabiendo que mañana ese mundo se puede acabar.

Nos animamos a formar una pareja, sabiendo que mañana podemos romper.
Una familia, sabiendo que mañana se va a terminar.

Después de conocer a la muerte, somos capaces de seguir con vida.
No le hacemos "huelga" a Dios y nos matamos en maza para que desista de una vez por todas con esa pelotudez de la muerte.

No inventamos la fórmula de "El Hombre Bicentenario" para impedir que nuestros órganos se deterioren y así extender la vida. Porque después terminariamos tomando la decisión que toma él al final de la pelicula.
Dejamos que todo circule. Que ésta gran rueda siga girando.
Porque así renovamos la especie. Porque así evolucionamos. Porque así podemos darnos un respiro...
Porque así quizás sea una forma de volver a ocuparnos de nosotros.