· aDío Día ·

Y llegó el último día.
Este día que se me va a quedar grabado en la cabeza, por unos meses, como la última vez que caminé esa cuadra.
Mientras viajaba pensaba en la cantidad de posibilidades que había de que no me pagaran, o me pagaran menos, o me dijeran "te descontamos ésto", etc, etc. Y en la cantidad de cosas que tenía que decir, en el caso de que eso ocurriese.
No sirvo para confrontar. No con esas cosas. Las confrontaciones me salen casi sin querer, en un debate, y es cuando sin guionar nada puedo dar opiniones. Pero a la hora de tener que enumerar "mis privilegios como empleada" la cosa es distinta. Necesito asesoramiento. Por ende tuve que viajar pensando, memorizando, los puntos que mi marido me hizo saber. Que dicho sea de paso, me ayudó muchísimo junto con mis tíos.
Y llegué y el lugar era otro.
Tenía otra luz, que se había multiplicado porque del otro lado de la puerta llovía bastante y el día estaba gris.
Había dos cajeras, un repositor, una repositora, y dos encargadas.
Podría definirlo como "el paraiso".
Más allá de las cosas que no quito, dije en el post anterior, ésta vez laburabas con un equipo.
A mi me tocó laburar conmigo. Y con suerte, una cajera más.
Hasta una de las cajeras me preguntó dos cosas, y en vez de decir: preguntale a tu encargada.- me acerqué, le dije qué cosas eran, lo que significaba, y le enseñé a cambiar el rollo de la caja. Digamos que me fui dejandole algo a alguien, algo de lo que alguna vez, alguien me dejó a mi.
Es una boludez, pero tan graciosa.

Y llegué, entré, vi luz, como dije, mucha. Y esperé, mientras buscaba mis zapatillas y hacía mis últimos favores en la tienda. Mientras me daba cuenta que la gente, esa que atendí 33 días consecutivos no te recuerda por la cara, sino por llevar o no ropa roja.
Los clientes te miran a los ojos, pero creo que hasta cuando te putean, al día siguiente se olvidaron de tu cara. O les basta de 48 hs.

Claudia finalmente me llamó, me pagó, y me fui pidiendole el mail.
Mail que leerá, o no. Al menos en mi queda que se lo envié.
De un tiempo a ésta parte aprendí que las cosas se hacen o se dicen ahora. Ayer, si es posible.
Mañana fija, nos van a quedar cosas por decir o hacer.

Ya pasará a ser algo anecdótico. Va a salir otro laburo que se lleve mis puteadas, mis cuestionamientos, mis felicitaciones, y mis palabras.
¡Y mi tiempo!.

Mi tiempo.
Hasta suena lindo.

Hasta el próximo trabajo que me saque pensamientos congelados.
Mientras tanto... Más de lo mismo. ¡Mi tiempo!.
Salú.

· Día % ·

Me tocó por casualidad terminar trabajando en un lugar de éstos.
Un poco por la lengua larga de Clarita, otro poco por comentar que buscaba laburo. Fue así, que terminé ubicando a Pamela. Una amiga de hace años a la cual sólo veia y saludaba.
Vino a casa al instante de mensajearla, un Sábado, me dijo que vaya el Lunes con el CV. Fui, y me terminé yendo del supermercado aprendiendo a usar una caja registradora.
Me hablaron del franco rotativo, de mi paga, que por 6 horas eran de 1.400.
Todo cerraba. Era redondo.
No era el sueldo que buscaba pero hasta encontrar otra cosa servía.

Fue asi que empecé, y bastó de dos días para estar a la noche y 8 horas. Horas que me enteré en ese preciso instante, tenía que cumplir. Con una paga de 1.700. La cual no estaba mal. A las dos semanas ya estaba a la mañana. De 8.00 a 16.00.
Fue así que empecé a codearme con gente, igual de molesta que yo, pero del otro lado del mostrador.
Ellos enojados por lo lento que iba la cosa, yo enojada porque en vez de ponerse a cobrar las encargadas me pedian a mi, con días de estar laburando, que me apurara.
Fue así que aprendí de precios, góndolas, y cómo pegar con Cinta Scotch los fideos, total, "éstos" se lo llevan igual, según una de las encargadas. Y vieran que es así nomás...
Fue así que aprendí a subir y bajar escaleras a la velocidad de la luz, mientras en las manos llevaba baldes para limpiar, a la velocidad de la luz también. Porque "los bolivianos son tan sucios", según otra encargada.
Fue ahi que no terminé de entender nunca por qué el dueño tiene pintado en la puerta "Bolivianos de mierda" y nunca lo borró, sabiendo que la mayoría provienen de ahí. Seguramente él piensa eso y es una manera de decirlo.
Fue ahí donde vi de qué manera se divertia, él, dueño de una empresa y blanco, o quemado por una cama solar, escondiendole una mochila a una mujer mayor, obviamente Boliviana. La cual, obviamente, se fue enojada.
Fue ahí donde aprendí a reclamar lo que es mío, pero siempre en voz baja y sin hacer escándalo. Y siempre y cuando lo que reclame sean los 15 minutos que tengo que pedir, porque sino no me los dan, o el franco que se olvidan de darnos, porque vamos a pensar lo mejor, no que nos subestiman y piensan que somos tan pelotudos que no nos acordamos de la cantidad de días de corrido que trabajamos.
15 minutos que cabe destacar, me aclararon que tenia a las tres semanas de laburar.
Fue ahí que tuve que aprender a lidiar con gente intolerante, con razón muchas veces, y con encargadas las cuales se olvidan de decir "Por favor" y cuando se acuerdan cada vez que sale de su boca sentís que te están sobrando.
Fue ahi que aprendí que te pagan el mes vencido. Que por haber entrado el 14 de Febrero el 20 de Marzo sólo iba a cobrar los días de aquél mes. Y fue ahí que aprendí a cobrar del 17 al 20 en vez del 1ro al 10.
Fue ahí que aprendí a desconfiar de los billetes, de la gente, y de los encargados. Que tuve que adoptar otro par de ojos para que la caja me de bien en el arqueo final y poder, a fin de mes, cobrar los 1.700 pactados.
Fue ahí donde soporté que se comentara que "Gabriela contesta mal" cuando en realidad Gabriela no contesta mal, Gabriela contesta. Y tampoco, como le dije una vez a una encargada, les hablo de manera distinta a la que me hablan a mi.

Fue ahí que me tuve que bancar que me mensajearan a las 23.00 de un día, pidiendome que al otro vaya en el turno de la tarde.
Fue ahí que entendí que un 21 no cobraba porque "Dia% no había depositado", cuando la realidad es: ¿Dia no depositó? Pagame con lo que lucres en el día, que te alcanza tranquilamente para pagarnos a todos, y cuando Dia deposite, te quedás con la guita. Tené en cuenta que uno piensa en cobrar un 20, para pagar la luz, sino te la cortan, el gas, el teléfono o darle de comer a alguien. No es mi problema, sino tuyo.- Pero que son cosas que voy a enumerar el día que me vaya, si no es que imprimo ésto y se los hago leer.

Fue ahí donde conocí en profundidad al marido de mi amiga, que con su sentido del humor te hacía pasar más rápido la mañana. Pero que como todo lo copado, terminó dejando la tienda.
Que conocí a Claudia, la mujer que me hizo la entrevista, una de las pocas personas ahi adentro que entiende que manteniendo contento a los empleados, los mantenés.
La única que entiende que no son fichitas que entran hoy, se van mañana, y sigue así porque "así debe ser".
Fue ahí que conocí a dos encargadas, una de 20 y otra de 18 sin secundario terminado. A las cuales seguramente les costó llegar, no sé cuánto, pero les costó.
Una rubia que cada vez que puede ya que no hay otro encargado (más que la morocha, tocaya), se encierra con "el primo" en la oficina. Y te deja la llave para anular. Así la molestás menos.
Una morocha, con el mismo nombre que la anterior, con una simpatía nula, la cual no me importa mucho, puedo vivir con eso, pero que me recuerda tanto a una amiga mía... Que me da cosa creerle algo. O al menos, me da cosa que se la crea tanto.

Fue ahí donde me banqué que me revisaran cada vez que salgo la mochila. Porque andá a saber quién se llevó algo. Y que me hicieran firmar un papel donde reconocía, no se podía comer nada de la tienda en hora laboral. Porque vaya a saber uno quién se comió algo.
¡Ah! Sí. Recuerdo. La rubia de las encargadas.

Fue ahí donde entendí que lo realmente importante no se escabuye, sino los comentarios pelotudos. Que si le pido un franco a un socio, el otro no se entera. Pero que si le digo a una encargada: si querés que labure bien, dame cambio.- sale impreso en los baños del establecimiento.

Pero gracias a Dia, empecé a valorar más mis tardes. Con mis hijos, con mi marido.
Empecé a levantarme, ya desde las 7:02 pensando en que falta menos para las 16.00.
El día cada vez se me hace más largo, vaya paradoja, pero con suerte viene mucha gente y se pasa bastante rápido.

Le encontré una salida productiva al laburo. Poder escribir acerca de él. Y si lo hago, es porque puedo. No porque me la de de nada. Porque sé, porque me sale, y porque me da la cabeza para algo más que pasar productos.
Es posible que el día de mañana, cuando me vaya lo imprima y se lo regale a Claudia. La que sin duda, a la hora de tener su franquicia de día no pensó en todo ésto.
Pero, se merece algo mejor. Y para ése entonces, no voy a estar para disfrutarlo.

· Otras Cosas Que Se Me Ocurren ·

Ayer, entre cosas y cosas pensaba...
¿Por qué creemos que un bebé cuando nos ve tomar algo y nos hace un gesto nos está pidiendo?.
¿Qué sabe él la sensación que tiene tomar algo?.
¿No es una excusa para "darle algo nuevo"?.
Porque en el caso hipotetico que él quiera lo que nosotros tomamos, porque tiene sed. ¿Por qué no suponemos también que él quiere que le demos el pucho que estamos fumando?. O acaso vamos a decirle: ay, quiere un pucho, dale uno.- ?
El nene quiere todo lo que uno se lleve a la boca. Después de haber tomado agua, y saber que "eso" te saca la sed, nos va a seguir pidiendo. Pero antes, el bebé, no tiene la menor idea.
Esas son cosas que no voy a entender, hasta ser vieja.
Y hasta suena mal. Si fuese hombre y dijera: hasta ser viejo.- sería hasta poético. Un tema, sin duda, una canción musical.

Había otras cosas para debatir, o más bien dejar en el tintero, pero realmente no me acuerdo.

Ahora se me viene a la mente lo del laburo.
Yo, continuamente estoy comparando mi trabajo que considero de mierda, con el de otras personas. Obviamente, voy a compararlo con el que considere, tiene peor laburo que yo....
Y me cuesta encontrarlo, pero cada tanto alguno se me ocurre.
Entonces es ahí cuando digo: pará, tan mal la cosa no está.-
Ni todos los laburantes tienen al menos un franco rotativo, que sí, tengo que andar pidiendolo porque se olvidan. Ni todos llegan a la casa con 1.700 ,que dicho sea de paso todavía no cobré y ni sé si sean 1.700. Pero bueno. A no adelantarse ¿No?.

En fin. Dejo de escribir. Mi cabeza tiene otras cosas de las cuales ocuparse, como que por ejemplo, venga el médico a ver qué sorete tengo en la panza. Paradójico.

- Cansancio -

Hoy por primera vez me sentí cansada...
Desde hace un par de días me da la sensación de que mi hombre se está irritando fácil, no sé por qué.
No quiero hacer de ésto un diario, pero después de todo escribo lo que se me ocurre o me pasa. Y siempre trato de darle un tono solemne, gracioso, divertido o filosófico.
En éste momento, con éste tema, no sé qué tono darle.
No sé cómo escribirlo y que no suene formal, ni tampoco un tono de confesión a ése amigo que agarrás para contarle tus penas.
Tampoco es una pena, simplemente una apreciación.

Y yo cansada del laburo. Laburo al que voy, levantandome casi sin ganas todas las mañanas pensando de antemano en la tarde. Porque realmente así funciona.
No digo que lo padezco, simplemente que no trato de pasarla mejor, porque tampoco es un lugar para pasarla. Sino más bien es un laburo, con todas las letras.
En el que desde el minuto uno que entrás, hasta que salís, estás haciendo algo.
Donde no hay lugar para una sonrisa, un chiste, o una complicidad entre compañeros.
Un lugar en donde te dan, o al menos a mi, 15 minutos para "comer algo" y los cuales tenngo que decir yo "me los tomo", porque ninguno me va a venir a decir "tomatelos".
Donde no desayunás, amenos que esté una de las dueñas, que se digna a hacerte algo, y te tenés que tomar un Te casi frío mientras le preguntás a un cliente si tiene tarjeta Día.
Donde nadie te dice algo simplemente para hacer algo divertido. Siempre que te dicen algo es para mandarte a barrer, limpiar el piso, habilitarte en la caja o limpiar los vidrios.
Con suerte te toca una sola vez en el día limpiar todo el local. Hoy no fue ése día para mi. Limpié el local dos veces en 8 horas.
8 horas que son 8, no hay tu tía. 8 horas que no se hacen 7:30 ni a palos. Son 8 como mínimo.
Con todo eso y muchas cosas más, yo empiezo mis días, sabiendo que nada distinto a ésto va a pasar.
Que mañana va a ser exactamente igual y que a lo sumo para hacer el día diferente tiene que entrar un tipo armado, como dicen que están en ésa cuadra, sobre todo éstos días, y eso sabés, va a hacer un día distinto al anterior. Distinto al que viene.
Y yo me levanto a las 7:02 minutos pensando: voy más tarde.- hoy falto.- pero si falto me van a sacar mi franco.- franco que no sé ya si me sacaron, con todas esas idas y venidas que tienen.-.
Sabiendo que falta menos para las... ¿18? ¿19? que va a ser la hora en la que salga Nacho para ir a pasear con los nenes, o con Zoe, como generalmente pasa. (Tengo un hijo muy casero).
O simplemente saber que el dia quizás, se pasaría rápido limpiando, o atendiendo a gente en la caja sin parar, y que las 16.00 van a llegar volando.
Esa es otra cosa que hoy tampoco me pasó.
Vino poca gente, porque hay poca mercaderia (hasta hoy, mañana seguramente sea un caos). Y a mi la hora no se me pasaba más. A las 11.00 ya me estaba dando sueño. Necesitaba que alguien me dijera: Gaby, andá a dormir 30 minutos.- siquiera. Pero no porque había dormido poco, sino porque estaba cansada. Eso que tanto esperaba, que tanto pensaba, lo había hecho tantas veces en tan poco tiempo que éste no pasaba más.
Y hoy nuevamente, y retomo con el princpio de la charla, él se volvió a ver irritado.
Y yo me sentí cansada. Con las ganas de siempre de llorar, esas que, a veces me siento Tamara de tan mal que canalizo mi tristeza, angustia o bronca.
No entendí porqué terminamos hablando en esos términos con él. No discutimos ni mucho menos, simplemente fue un cruce de palabras innecesario. De una manera innecesaria.

En fin. Cansancio.

Simplemente voy a olvidarme de ésto, para no sentir que mañana ni siquiera las tardes copadas voy a tener.
Y ahora que termino de escribir ésto me digo: que boluda... Duró minutos. Estas cosas no tienen demasiado recorrido ni relevancia. Pero la tuvo al menos para escribirlo.

MaMBoS Y aLGo MáS

26 de Febrero de 2011

Hoy una canción me disparó una sensación de armonia.
Me hizo acordar a ayer, cuando volvia en el subte de laburar. Porque ahora laburo.
La imagen que alcanzaba a tener era la de Gaby, sentada, mirando por la ventana, por entre esos cañitos amarillos por donde alcanzabas a ver el tunel donde sólo había luces y vías.
Hubiese sacado una foto de ese instante. De mi sensación. De ese cansancio que sentía, pero que se iba cuando la vida me dejaba estar sentada. Y que se borraba de mi mente cuando me acordaba a dónde estaba yendo. A casa a ver a mi familia. "A una casa", a ver a mi familia.

Y ese tema, que escuchandolo hoy por casualidad, me disparó ese recuerdo, fue The Particular Time. De Alannis Morisette. Y al instante se me vino algo a la cabeza, no menos importante.
Ese tema lo había conocido por Vero.
Y fue inevitable acordarme de ella. Aunque, para pecar de sincera, no me acordé de ella, sino de ese momento de mi vida. Y al minuto siguiente, estaba viendo a mi marido. Compañero. Pareja, novio, a él, en el piso, con su hija. Su hija, mi hija.
Fue increible recordar una situación pasada, viendo los frutos del presente.

Uno siempre camina y no piensa en el hoy, porque vive esperando.
Yo sentí finalmente que había esperado demasiado. O no sé si demasiado, pero que aún cuando creia, no había más, o que lo que me tocara de "copado" iba a llegar a mis treinta y pico... Resultó ser que lo tuve.
Y lo más lindo fue sentirlo en el momento justo. No es que la situación pasó y yo la vi después, a los meses. No. La vi hoy, hoy que es cuando la tengo.
La senti hoy, cuando los vi juntos.
La sentí el otro día cuando escuchaba hablar a Ciro y Nacho.

Siento que mi pasado, del que debería escapar porque todos lo hacen, se vuelve cada día que pasa más significativo.
Hace ya tres o cuatro días que siento que el pasado me está dejando cosechar cosas lindas el presente.
Que todo lo que alguna vez hice tiene consecuencias hermosas.
Que conocer a Vero, en éste caso, llevó conocer una canción que hoy resultó dispararme una sola cosa... Resulta ser que nada era tan intenso como ésto.

No le debo nada a ella, ni a nadie. Creo que me debo mucho a mi. Y me alegra sentirlo así.

Si uno tiene asignaturas pendientes, tienen que ser con uno mismo. Para uno mismo.
Es la manera más sana que tenemos para avanzar. Pensar en nosotros.

Y a quien lea ésto...
Pensar en uno es realmente satisfactorio. Es necesario y para nada egoista aunque nos quieran hacer creer lo contrario.
Pero que nosotros un día seamos más que un cuerpo y pasemos a ser dos... O cuatro, como en mi caso... No sólo es satisfactorio sino que es placentero.
Es la definición más completa de plenitud.

Deseo que alguna vez a alguien le pase la cuarta parte de lo que me pasa a mi.