· Una luz en mi camino... ·

Estaba parada en el mismo lugar de siempre, a punto de hacer... lo que acostumbro.

Cuando empieza a quemar la tuca, es cuando me di cuenta de que me miraba.
Era una luz.
Un foco. Una lamparita... Una Luz.
Que salìa del edificio que está en frente de mi casa.
No dejaba de mirarme, hasta que me empezó a hablar.
Sin tener forma, sin tener ojos, boca, empezó a parlotear.
Y no me quedó otra que mirarla... Y escucharla.

- No sos capaz de mirarme.
No sos capaz de mirarme unicamente a mi.
No sos capaz, siquiera, de fijar un punto cualquiera en el horizonte y quedarte mirandolo.
No sos capaz de pensar tan solo que soy una luz. Una lampara que ilumina la escalera de un edificio.
Necesitás, inclusive, fabularte toda ésta historia en torno a mi. Una lámpara de bajo consumo.
Escuchás perros, gente gritar. Autos, baruyo en el comedor... No sos capaz de fijarte sólo en mi.
No sos capaz de reducir tu mundo, en éstos míseros minutos que te dura una tuca, a que sólo soy una luz.
No sos capaz de mirarme sólo a mi y no mover tu vista para ver esa pelusa que vuela... -

Hasta apagué lo que sobraba, mirandola.

No escuchen a las luces.