· Sabemos Hacer Del Escapismo Un Arte ·

Hay veces en las que nuestra realidad se ve altamente afectada.
Hay momentos en donde nuestra tranquilidad se perturba.
Hay días en donde nuestras rectas se hacen curvas.
Hay situaciones en las que nuestro arte, sólo se convierte en una mancha.

Hay noches en las que nuestra felicidad se disipa.
Hay madrugadas en las que nuestros sentimientos salen a pasear.

Hay fechas en las que encontramos puertas abiertas...
Hay épocas en las que ninguna se puede abrir.

Hay instantes en donde nos despojamos de prejuicios.
Hay ocasiones en donde el prejuicio, es el único que nos salva.

Y estamos alerta. Y vivimos a la defensiva.
Y bajamos la guardia. Y nos animamos.
Y nos cubrimos el pecho, y caminamos casi sin mirar.
Y abrimos los ojos de nuevo, y volvemos a desconfiar.

Por cada coraza que se rompe, se vuelve a armar una más fuerte.

Es como salir a la calle un día con un buzo, una campera, y morirnos de frío.
La próxima vez que salgamos, vamos a ponernos más buzos, más camperas.

No existe quien nos acaricie el corazón por un tiempo prolongado.
Existe sí, aquél que logre tocarlo.

Aquella mano que hoy te acaricia, tranquilamente mañana te puede pegar.

Y si vos bajaste la guardia, y fuiste capaz de aceptar aquél mimo.
Recordá que también la bajaste y fuiste capaz de aceptar el cachetazo.

"No hay males que duren más que yo"

Y todo forma parte de un proceso.
De una aceptación.
De encontrar un pequeño equilibrio, y transitar.
De no olvidarnos de aquello que aprendimos, de no dejar de lado aquella postura que supimos tomar.
De valorar una caricia, como una bofetada.

Es cuestión de entender que no siempre aquél tiene la intención de lastimarnos.
Y es momento de pensar cuánto es en realidad lo que nos lastimó, y qué fue lo que nos dolió tanto.



"Cuando libre se lleve la mente, ya no habrá esclavo de tanto dolor"
La Renga

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