El tiempo pasa... Nos vamos poniendo viejos...

Todavía me acuerdo de esos momentos en donde mis preocupaciones se limitaban a un par de ruedas.
A tener mi golosina para después de comer, o a fijarme si alguno de mis abuelos me habían comprado algo cuando volvían de laburar.
Donde mi mayor felicidad estaba jugando a la pelota con mi viejo... Escuchando cantar a mi vieja... O cocinando con alguna tía.

Parece que fue ayer cuando con sólo un llanto tenía al "Mundo" a mis pies.
Porque mi Universo se reducia a mi casa y la gente que viviera en ella. Entonces era imposible no conseguir lo que quería con unas pocas lágrimas.

Aviones. Bloques.
Temperas, acuarelas.
Repleto de hojas y lapices de colores.
Risas provocadas por un dibujito animado o llantos, pero todos con un motivo no más grande al: me sacó mi autito.-

Pero todavía no me acuerdo en qué momento se terminó todo eso.
En qué momento me tocó crecer...
Cuándo fue que el llanto dejó de pesar tanto.
Cuál existió la primera cosa que me hizo perder la ingenuidad.
Qué fue lo que empezó por manchar mi "Ser Pulcro".
En qué momento mi Universo se dejó de limitar a un par de rueditas.
Cuándo fue que la sonrisa empezó a costarme más que una golosina.


Y no sabía qué me depararía el destino y acá estoy...
¿Quién sabe a dónde me veré en 20 años?
Quién sabe si todavía siga vivo....

O... ¿Por qué no? Quién sabe si no volveré a empezar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario