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Que loco...
Empezar a escribir acá justo en el aniversario de la muerte de mi viejo.
Hoy se cumplen exactamente 8 años de su partida.
A veces se me da por sentir su ausencia...

Jamás, en vida, lo tuve tan presente. Pero... Vieron cómo somos con nuestros padres...
Pensamos que los vamos a tener para toda la vida... Que son "Inmortales".
El tiempo que pasamos juntos lo aprovechamos unicamente para quejarnos de sus manías.
Que "Por qué tiene que pensar así?" -No puede entender que los tatuajes no le hacen mal a nadie?-.
Encima mi papá era no una ni dos, sino tres generaciones más que yo...
"La siesta". Infaltable.
Ni los Beatles, (ni hablar de los Stone).
Amaba a Carlos Gardel. Enrique Cadicamo. Roberto Goyeneche.

Se la pasaba cantando temas en italiano... (El lo era).
Tenía un caracter que mejor... No contradecirlo.

En casa sin duda era quien llevaba los pantalones. Y no había quien se anime a levantarle la voz.
Me acuerdo que cuando yo era chiquitito él tenía un perro... Del cual se había encariñado demasiado.
Después el perro falleció y él no toleraba la idea de que apareciera otro.
Al tiempo... Vino uno... Y él, aunque lo corriera con la escoba, lo quería...
Era su maravillosa y a la vez agresiva manera de decirle cuánto lo quería.

Hincha de San Lorenzo... Pero no fanático. No era de mirar partidos... Sino que prefería ver programas de tango.

Una reputación intachable. Uno de los más queridos en el barrio.
Amante de la naturaleza... Cuidaba las plantas de casa más que a su propia vida.
Muy anticuado. Chapado a la antigua.

Y lo abracé tan poco... Y creo que jamás, excepto en alguna que otra carta, que le hice de borrego, le dije que lo quería.
Creo que porque se da así... ¿No?. El varón tiende a tener demostraciones de afecto con la mamá, no con el papá.
Pero creo que él sabía cuán importante era para mi... Bastaba con que me viera sentadito firme, al lado de él. El en su sillón, mirando la tele, y yo... Con un gran respeto, al lado suyo.
Hizo que me gustara la lectura, ya de pendejito.
Que mirara en la tele cosas que no fueran "dibujitos animados".
Me llevaba a la escuela... Me hacía la comida...

Pero un día... Ya no pudo acompañarme...
La comida pasó a hacermela mi mamá.
Y él se fue quedando cada vez más...
No sé qué cosa extraña fue lo que le pasó... Aunque a veces siento que yo lo detoné.

Una vez le robé.
El tenía el sueldo en donde siempre... (Laburaba en el mantenimiento de Canal 11).
Yo, por cosas estúpidas de pendejo de 15 años "tomé prestado" $100 suyos.
Y si hay algo que mi viejo tenia era ser muy organizado.
No tardó nada en darse cuenta que le faltaban $100.
Pero yo, que desde chiquito por alguna extraña cosa me había hecho muy hijo de puta, lo negué.

Y pareciera que fue ayer que él, con los ojos llenos de lágrimas me dijo: Osmar... Decime. ¿No fuiste vos? Si fue así yo lo entiendo. Pero por favor, decimelo.-
A lo que respondí con mi mejor cara de poker: No Pa, yo no fui.-

De ahí en adelante todo fue en picada.
En casa empezó a rondar el rumor de que él no estaba bien... Juraba con su vida que tenía esa plata, pero no había pruebas de que alguien se la haya sacado.
Y fue cayendo...
Hasta que un día en la cama, ya no se pudo levantar. Y vino la ambulancia a buscarlo para internarlo.
Tenía temas físicos. Jamás supe la verdad de su muerte que no tardó en llegar después de su internación.
Pero más allá de eso, a mi nadie me saca de la cabeza que yo tuve algo que ver.

Siento que se enfermó por mi culpa... Y creo que hasta por eso no lo lloré en su velatorio.
Me hubiese sentido hipócrita.

Jamás deseé eso. Fue la persona más importante de mi vida...
Pero uno no deja de cometer errores idiotas, creyendo que jamás van a llegar tan lejos.

Hoy, a 8 años de su fallecimiento... A veces, todavía, lo siento sentado en ese sillón que ya no está.
Lo percibo caminando por los pasillos de mi casa, preparando la plata y los números para ir a jugar a la quiñiela.
Lo escucho en su pieza, oyendo la radio "Evangelista". (Era la que sonaba después de la Quiñiela y se quedaba dormido sin cambiar el dial).

Todavía me acuerdo de nuestras caminatas de la mano... De las mujeres que pasaban (enamoradísimas de él) y decían "Que hermoso nene".
Estaba tan orgulloso de tenerlo como papá...

Espero algún día saber si él sintió orgullo de tenerme como hijo...

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