· No Olvidar. Siempre Resistir ·

Y claro: los fans de Callejeros empezaron a hacer quilombo en Tribunales. Una forma inteligente de negar lo sucedido es festejar que Callejeros no son culpables de nada.

El show de Olavarría donde metieron 15.000 personas ¿indica que el mítico futuro crecimiento de la banda se basa en la no culpabilidad de una tragedia que cambió al país? ¿se basa en la injusticia de haberlos acusado de lo que sucedió, siendo ellos inocentes? ¿esa enfervorización, como un crecimiento nuevo, es porque fueron liberados de algo que no les correspondía? ¿qué celebran los fans de Callejeros? ¿que la banda seguirá siendo la misma banda con una sombría mancha a lo lejos como si un avión lleno de fans hubiera desaparecido en el mar sin dejar rastros y sin tener ellos culpa alguna de quién lo manejaba? ¿cuáles son los fundamentos de la bronca de los familiares? ¿la negación del hecho como una vuelta de página, como cuando uno vacía la pecera?

¿Acaso Chabán, de la misma manera y artista al fin, no debería ser aplaudido por otra gente absolutamente ajena al rock and roll, las movidas ricoteras, la futbolización berreta y otras tantas mierdas de hoy y de siempre? Eso, porque con su actitud, coimera, de dueño del circo, nos muestra que en los locales donde hay rock and roll, ya no va a haber locura sin matafuegos (gracias Chabán). ¿Tiene que tener fans que aúllen? Chabán nos ha mostrado que no hay que prender fuego las mediasombras en lugares cerrados, ni meter 4.000 donde caben 1.000. Porque el rock and roll ya no es como dicen las bandas. Ahora el rock and roll es una entidad formal.

¿Debería tener fans gritando el policía que recibió la coima, que nos muestra lo degradado que están las instituciones, donde dejamos la vida de nuestros hijos en sus manos? ¿No debería tener una hinchada la funcionaria cabeza de turco por mostrarle a los otros funcionarios en el futuro que si te mandás una cagada y mueren 200 pibes algo malo puede pasarte?

Es notable las diferentes formas que tiene la injusticia, que se convierte de pronto en agresión, e incluso en muerte. El diario de ayer me mostraba cómo un familiar de un chico muerto cagaba a trompadas a uno vivo, que podía haber sido un chico muerto.

¿Acabará gracias a todo esto, esa actitud ricotera rompe tutti? Yo personalmente no lo creo. Y también personalmente la muerte de todos esos chicos me destruyó el alma. Porque eso pasa cuando dejamos solos a los más chicos. No darle bola a los hijos es lo más fácil. Y decir, por ejemplo como han hecho mis padres, que esa libertad pedorra era lo que yo quería y no hacerse cargo, hace que caigas en manos de cualquier pelotudo, que arengándolos les muestra "la locura y la muerte" desde una canción.

O sea, el cantante muestra la locura y la muerte de ellos, y no la propia. Es hora de que aquellos que produjeron tanta violencia innecesaria, se bajen un poquito del remolquete de revolucionarios, y vean que el rock and roll no es más que cuatro tipos cantando. Al fin y al cabo esa es toda la verdad del rock and roll, a la que debería retornar. Porque ante tal secuencia de barbaridades... los chicos muertos... los otros vitoreando... los padres de los muertos pegándoles... el rock and roll argentino ha demostrado que fue y es una postura, una pose. Y políticamente un fracaso.

A todos nos pasa algo con esto, todos sentimos que algo no nos gusta. Ni a los padres ver vitorear los fans, ni que dentro de 5 años de esto no haya quedado nada... como siempre. Los pibes que murieron son los mismos a los que los padres sacados les pegaron ayer, con una fracción de tiempo y espacio corrida.

Y será así, como dice la banda esa que imita a los Redondos, que echó a rodar el siguiente tema casi al mismo tiempo del incendio: "Sacrificio y rocanroll, y estos pibes quieren mover, en esta noche nena lo vas a poder tener. No te desesperes más, la vela vas a soplar y se te va a empapar. (...) estos piben quieren mover, no te preocupes nena, esta noche toca Pier". Esas cosas, amigos subtenautas, me indignan. Artísticamente están detrás de algo ya hecho, son la reproducción del standard ricotero pero más berreta. Y también son las semillas, que escupen cuando cantan y que germinan: algunas dan sandías, otras dan muerte...

Un abrazón de Casero.

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