MaMBoS Y aLGo MáS

26 de Febrero de 2011

Hoy una canción me disparó una sensación de armonia.
Me hizo acordar a ayer, cuando volvia en el subte de laburar. Porque ahora laburo.
La imagen que alcanzaba a tener era la de Gaby, sentada, mirando por la ventana, por entre esos cañitos amarillos por donde alcanzabas a ver el tunel donde sólo había luces y vías.
Hubiese sacado una foto de ese instante. De mi sensación. De ese cansancio que sentía, pero que se iba cuando la vida me dejaba estar sentada. Y que se borraba de mi mente cuando me acordaba a dónde estaba yendo. A casa a ver a mi familia. "A una casa", a ver a mi familia.

Y ese tema, que escuchandolo hoy por casualidad, me disparó ese recuerdo, fue The Particular Time. De Alannis Morisette. Y al instante se me vino algo a la cabeza, no menos importante.
Ese tema lo había conocido por Vero.
Y fue inevitable acordarme de ella. Aunque, para pecar de sincera, no me acordé de ella, sino de ese momento de mi vida. Y al minuto siguiente, estaba viendo a mi marido. Compañero. Pareja, novio, a él, en el piso, con su hija. Su hija, mi hija.
Fue increible recordar una situación pasada, viendo los frutos del presente.

Uno siempre camina y no piensa en el hoy, porque vive esperando.
Yo sentí finalmente que había esperado demasiado. O no sé si demasiado, pero que aún cuando creia, no había más, o que lo que me tocara de "copado" iba a llegar a mis treinta y pico... Resultó ser que lo tuve.
Y lo más lindo fue sentirlo en el momento justo. No es que la situación pasó y yo la vi después, a los meses. No. La vi hoy, hoy que es cuando la tengo.
La senti hoy, cuando los vi juntos.
La sentí el otro día cuando escuchaba hablar a Ciro y Nacho.

Siento que mi pasado, del que debería escapar porque todos lo hacen, se vuelve cada día que pasa más significativo.
Hace ya tres o cuatro días que siento que el pasado me está dejando cosechar cosas lindas el presente.
Que todo lo que alguna vez hice tiene consecuencias hermosas.
Que conocer a Vero, en éste caso, llevó conocer una canción que hoy resultó dispararme una sola cosa... Resulta ser que nada era tan intenso como ésto.

No le debo nada a ella, ni a nadie. Creo que me debo mucho a mi. Y me alegra sentirlo así.

Si uno tiene asignaturas pendientes, tienen que ser con uno mismo. Para uno mismo.
Es la manera más sana que tenemos para avanzar. Pensar en nosotros.

Y a quien lea ésto...
Pensar en uno es realmente satisfactorio. Es necesario y para nada egoista aunque nos quieran hacer creer lo contrario.
Pero que nosotros un día seamos más que un cuerpo y pasemos a ser dos... O cuatro, como en mi caso... No sólo es satisfactorio sino que es placentero.
Es la definición más completa de plenitud.

Deseo que alguna vez a alguien le pase la cuarta parte de lo que me pasa a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario