~Un pacto para vivir...~

Escuchar esa canción significan tantas cosas...
Hoy la escucho y me da placer, pero si dejo que mi mente divague... Viaje en el tiempo, viaje en mis sensaciones, me recuerda a una época de mi vida en la que la felicidad parecía no llegar nunca.
La felicidad parecía haber venido por casa, para quedarse unos meses e irse y no retornar más.
Escuchar éste tema, y dejando viajar a mi mente, me retrotrae a un Cristian, el mismo Cristian que hoy da diez mil vueltas para divorciarse. Ese Cristian, tal cual, es el que me enamoró algún día, y me largó "a la suerte".
Y mientras yo transitaba... Buscando un poco de esa suerte... Deseando un poquito de felicidad. Buscando gente, soluciones, respiros, suspiros, abrazos y besos, escuchaba ésta canción.
Es increible cómo una misma canción nos trasmite dos cosas diferentes de un mismo ser.
Es increible que aún hoy, que estoy muy lejos de ése amor que alguna vez sentí, la piel se me ponga de pollo igual.

Lejos de ese amor, no porque no pueda enamorarme o me enamore menos... Lejos porque realmente, fue un amor que no me hizo bien.
Un amor que me intoxico. Que sin darme cuenta me marchitaba por dentro.
Que tenía una máscara... Una con una sonrisa. Pero que cuando se caia eran puras lágrimas.
Un amor que me hacía llorar de una manera en la que jamás, pero jamás volví a llorar.
Un amor que me clavaba el más profundo de los dolores en el medio de pecho.
Un amor que se desdibujaba a medida que el tiempo pasaba... Un amor con un hijo de cómplice. Un par de ojos que sin darse cuenta veian pasar la más grande catástrofe emocional que cualquier persona podía sentir.
Amor que dejó de ser amor y se convirtió en pena. En pesar. En una mochila cargada de tristeza.

Un amor que hoy puedo decir... No fue lindo.
Tuvimos un bebé. Un hermoso nene que día a día crece cada vez más. Un hombrecito que va a tener su mirada, sus gestos, sus palabras, pero que ruego... No tenga su pensar.
No tenga su pesar. No tenga toda su pena.
Pena que él se acostumbró a llevar encima, y que yo no pude compartir.
Pena que yo no quise arrastrar más.

Este tema, que va a seguir pareciendome hermoso, me demuestra lo poco feliz que fue ése sentimiento.

El amor es como un caleidoscopio. Tiene muchas caras. A medida que lo vayas girando, vas a ver otras cosas, pero eventualmente vas a volver a la primer visión.
Con él, no vi esa primera. Seguí girando, seguí viendo las demás imagenes... Esas que en ése momento me servian, y cuando finalmente volví al lugar de donde partí, logré ver toda esa miseria que me es fuerte siquiera describirla.

Continuamente intento no faltarle el respeto con mis palabras o mis pensamientos. Pero el dolor fue tan grande, y tardé tanto en verlo que... Temo, no tengo definiciones felices.
Necesitaba oir su voz y verlo actuar nuevamente para darme cuenta que su "tranquilidad" a mi logra inquietarme.
Necesitaba iniciar mi divorcio para notar que en sus prioridades, jamás estuvo "la familia".
Necesitaba éste "reencuentro" para entender que todavía no maduró. No entendió. Jamás vió, escuchó, y me atrevo a decir que nunca sintió.

Amores que te destrozan sí los hay... Por suerte ya no duele... Pero me encantaría poder hacer letras todo ese dolor que recorrió mi cuerpo durante meses... Años. Amor que no me dejó volver a creer. Cuando en realidad más que volver a creer era "conocer realmente la verdad". Amor que me mintió y se pintó la cara de colores bonitos haciendome creer que era para siempre. Que era verdadero. Que después de él, no iba a haber más nada. Más nadie.

Amor cruel que se disfrazó de un lindo sentimiento y terminó destrozandome.
Terminó convirtiendome en ésto que día a día, gracias a Ignacio, intento hacer desaparecer.
En ésto que sufre ante lo más mínimo. Esto que necesitó de años para volver a confiar. Esto que se ilusionó, apostó, y terminó quedando multiplicado y solo.

Sólo una persona se entregó al sentimiento. Sentimiento doloroso. Ahora se volvieron dos. Dos que van a quedar marcados a fuego por el resto de sus vidas.
Mi meta es ayudarlo a crecer con el menor dolor posible. Y si es necesario, negarle tanta infelicidad.
Espero no equivocarme.
Hijo, espero no equivocarme.

Un pacto para vivir,
odiandonos sol a sol,
revolviendo mas,
en los restos de un amor,
con un camino recto,
a la desesperación.
Desenlacé en un cuento de terror.

Seis años así,
escapando a un mismo lugar
con mi fantasía.
Buscando otro cuerpo,
otra voz,
fui consumiendo infiernos,
para salir de vos,
Intoxicado, loco y sin humor...

Si hoy te tuviera aquí,
cuando hago esta canción,
me sentiría raro.
No tengo sueño,
mi panza vibra,
tuve un golpe energético,
milagro y resurrección
y eso que estaba tieso,
bajo control.

El poder siempre mata,
si para tenerte aqui
habría que maltratarte...
No puedo hacerlo
sos mi Dios.
Te veo me sonrojo y tiemblo
que idiota te hace el amor,
y hoy quiero darle rienda,
a esta superstición...

No hay comentarios:

Publicar un comentario