· La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar ·

Y me encontré ahí, entrando injustificadamente en tus funciones.

Cuando creias tener la respuesta a todo. Cuando suponías que nada podía nublarse en tu camino, me apoderé de vos.
De tu cuerpo, de tu mente, de tu Ser por completo.

Y no entendías nada, pero yo no estaba para explicartelo.
Penetré en tu vida sólo para brindarte perplejidad y desasosiego.

Estaba preparada para atacarte con ánimo de causarte daño. Y es demasiado pronto para saber cuánto dolor te generé.

Eventualmente vas a lograr sacarme de vos, pero sé que aparecí en el momento indicado para marcarte toda tu vida.

Y si hago todo esto, no es más que porque mi naturaleza lo demanda.
Pero aún así, bajo algún concepto vos me llamaste.
Vos me deseaste... Lo triste, para vos, es que todavía no sepas cómo hacer para echarme.

Va a ser difícil desatar este hilo fino pero a la vez fuerte que nos une.

Vas a encontrarte con más preguntas que respuestas.
Con más errores que aciertos.
Con menos personas a las cuales consultarles algo.
Con más dudas que seguridades.

Y yo voy a seguir avanzando sobre vos... Hasta que tengas la habilidad necesaria para despegarme de tu mente.

Quizá esta sea tu máxima prueba... Quizá acá debas demostrar tu más grande talento.
O quizá termines dandome el placer de instalarme en tu vida para siempre.

Como diría
Alphonse Karr: Considerame como el peor de todos tus males, hasta que la realidad te demuestre lo contrario

···

La Incertidumbre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario