Miedo en las piernas... Dudas en los pies.
Suspiros al cielo, ese cielo alto en el que un águila guerrera audaz se eleva en vuelo triunfal.
Gritos sagrados pero silenciosos de libertad.
Ruido de rotas cadenas.
Temor al cambio ansiando una noble igualdad.
Infinitamente crédulos con un escudo de esceptismo hecho de papel crepé.
Palabras que se escurren entre los dedos.
Sonidos que jamás escucharemos porque sólo aprendimos a mirar.
Nuestra bandera del sol nacida... A la que no hacemos más que inventarle nubes.
Ganas de creer, miedo a confiar.
Negar un camino nuevo por afirmar de antemano que va a ser más escabroso del que estamos andando y nada mejor que tropezar con las piedras ya conocidas.
Deseando que sean eternos los laureles que supimos conseguir y los que torpemente no dejamos de prender fuego.
Buscar vivir coronados de gloria... O jurando con gloria morir.
El grito mudo de una sociedad que busca desatar las sogas que los amarran haciendo más nudos.
Coronemos de gloria la muerte... O juremos con gloria vivir...
Tu tiempo es un vidrio,
tu amor un faquir.
Tu cuerpo una aguja,
tu mente un tapiz.
Si las sanguijuelas no pueden herirte...
No existe una escuela que enseñe a vivir.
El ángel vigila,
descubre al ladrón.
Le corta las manos,
le quita la voz.
La gente se esconde
o apenas existe.
Se olvida del hombre,
Se olvida de Dios.
Miro alrededor,
heridas que vienen
sospechan que van,
y aquí estoy:
pensando en el alma que piensa
y por pensar no es alma.
Desarma y sangra.
No existe una escuela que enseñe a vivir...
[Dibujo de IDLC]
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