· Preferiría Pasar Mi Vida Junto A Las Aves Que Desperdiciarla Deseando Volar ·

El esceptismo no está de más. Ni tampoco la confianza.
Pero el excéso de alguna de las dos cosas puede terminar llevandonos a lugares impensados.

No cuento con la posibilidad de que exista un inconsciente.
Uno hace libre y responsable, como dice Sartre.
Y responsabilizar a nuestro pasado de nuestro presente es volver triste a nuestro futuro.
Pero es inevitable llevar lo que se llama "experiencia" de la manera menos conveniente. Y en base a ella, reaccionar.

Cuando más te lastiman, por lo general sale alguien herido, con miedo.
Cuando menos lo hacen, se tiende a salir optimista. Esperanzador.
Pero también existe aquél que amén de tener muchas heridas, no deja de tener una visión esperanzadora.

El optimismo desmedido siempre fue algo que me cayó mal... Pero también la victimización.
Me parece que lo más maduro y acertado que alguien puede hacer, es hacerse cargo justamente de sus cosas.
Creo en la suerte y en las rachas. Esas que te agarran cada tanto, y hace que todo sea "maravilloso" o apeste.

No podemos hacernos cargo de lo que otro nos haga, pero podemos no ser tan ilusos de creer que nada tenemos que ver.
No podemos ser hipócritas, cómodos, y suponer que aquél tiene tanto dominio sobre nosotros como para lastimarnos.
Nadie nos lastima, sólo nosotros mismos.

Me tocó estar en ambos lados... En la luz y en la oscuridad.
Y en este momento, estoy en el medio.
Me deja ver con claridad la oscuridad. Me deja oscurecer la claridad.
Me deja ser objetiva hasta conmigo misma. Me hace mantenerme tranquila.
Pero para llegar a estar como estoy, tuve que pasar por un montón de estados.
Algunos poco felices... Otros ilusorios.

Y me siento cómoda dentro de la incomodidad de pensar que no siempre se puede pensar todo.
Me hace sentir cómoda en medio de la incomodidad de no poder esperar nada porque no sé cuánto tarde en llegar.
Me hace sentir segura frente a la inseguridad de saber que no siempre existen cosas firmes de las cuales uno pueda apoyarse.
Me hace entender eso que supuse, jamás entendería por haber estado siempre en un idioma que nunca había aprendido.

Disfrutar hasta de lo malo no es masoquismo... Sino simplemente que nosotros producimos también el malestar.
Generamos las lágrimas, los malos momentos. Y si vamos a sentirnos dichosos y festejar lo bueno... Tenemos que sentirnos también orgullosos de poder brindar por lo malo.

Ahora que finalmente no espero una sorpresa, no dejo de sorprenderme.
Ahora que finalmente no espero una constancia, la tengo.
Ahora que no reniego del amor, sé que no lo siento, pero no me siento mal por eso.
Ahora que todo se volvió un poco más de lo mismo, hay un lugar en donde siento que las cosas pueden ser un poquito diferentes.
Ahora que no espero una revelación, algo que me paralice por completo... Puedo tener uno de los suspiros más bonitos en muchísimo tiempo.

Ahora que no creo en principes azules, en la eternidad, en igualdad de condiciones para todos, puedo escribir la historia más sentida, interminable y equitativa.
Y sentirme finalmente libre.

Ahora que no pienso en lo mal que puede estar siendo lo que hago... Ahora que no me detengo a pensar en lo que me falta. Ahora que no pienso en lo mal que puedo estar...
Estoy tranquila y bien.

Porque puedo estar mal, en este momento, y empezar a replantearme todo.
Pero puedo no hacerlo, y disfrutar de lo que sea, se presente.

No hace falta nada para llegar a todo esto... Y a la vez, a cualquier lugar a donde hayamos llegado, nos serviría.
No hace falta vivir más decepciones que alegrías. No hace falta alegrarse más que lo que hayamos llorado.

Hace falta saber que... El esceptismo puede no dejar de existir... Pero aún así, podemos bastarnos de un gesto para creer.

Dem. Feliz cumple. Y feliz, de la manera que sea.

Na. Gracias por estar. Es hermoso verte Ser.

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