* HaY Que aYoRNaRSe *

Es increible mi intento una y mil veces fallido de querer insertarme en ésta sociedad en la que para entrar, hay que tener una cuenta en alguna red social.
Mi intento desmedido por querer formar parte de un conjunto de personas que no hacen más que "tipear" para hacer una especie de corriente, a veces ha sido hasta gracioso.

En la adolescencia empecé a chatear. Era divertido ver cómo una pseudomanada iba al rededor del comentario de un "Nick".
Quise mostrar una faceta divertida, sociable, pero la vida me terminó demostrando que mi fin, en ése medio, era simplemente ser una antipatica. Una agreta. Una mina que conectaba unicamente para contarles a todos lo mediocre que eran. Siendo ella, una mediocre más.
Después me tocó usar el Blog. Blog que en sus comienzo sirvió para hacer letras un gran amor. Blog que desperdicié escribiendo canciones, poemas y cosas hermosas sin ningún sentido.
Vino Facebook y terminó siendo un punto de encuentro. Descubrí que podría tener en mi lista a quien quisiera. Y yo podría estar en la lista de aquellos que nunca hubiese querido.
Descubrí al Facebook como el semillero de aquellas personas que aman contar por algún lado sus situaciones cotidianas:
¡Me fui a tomar mate!-
Hoy iba caminando, me pidieron fuego y yo terminé diciendole "Gracias" JAJAJAJA-
Facebook también fomenta cualquier situación a la que yo llamaría, y cómo decirlo para no molestar... Cualquier situación estúpida:
-Pepe ha respondido una pregunta acerca de ti: ¿Creés que Gabriela se hace el cavado?. ¡Para saber la respuesta, click aquí!-

Sin contar con esa opción, bella por demás, de simplificar todo con un "Me gusta". Es fácil así, "comentar" algo de otro. No hacés más que poner "Me gusta" en el comentario de otro para que ese otro sienta que uno es participe de su vida.

Y vino Twitter. Y no quise suspender mis intentos de insertarme en la sociedad. Me hice una cuenta hace meses, cuenta que intento continuamente "Activar", pero no paso de tres "twits". Termino cansandome por no entender el funcionamiento del sitio.
Afortunadamente tengo una pareja muy ayornada, pero aún así... Se me dificulta un montón.
Descubrí lo que es el hashtag. Y en mi intento desenfrenado de, ya saben qué, empecé a comentarlos. Para que de esa manera, otro pueda saber que existo.
Claramente no dije nada lo suficientemente conmovedor como para que otro me siguiera.
7 seguidores. Tengo 7 seguidores.
Tengo 3 menciones, las tres de Nacho.
A veces me da por pensar que no me funciona bien. Que mi twitter tiene algún virus extraño que no deja leer al otro lo que pongo.
Pero vuelvo a entender que es un consuelo estúpido, tan estúpidos como mis recurrentes actos por querer formar parte de un medio el cual no termino de captar.

Quiero ser popular. Quiero que mi palabra llegue a más de diez personas y que esas personas entiendan que lo que tengo para decir, no es tan importante a veces. Pero que me lean. Que sepan que estoy.

Sé que es un tema de terapia.

También sé que las personas que tienen cierta popularidad es simplemente porque les gusta ésta serie de cosas y que quizás a mi no me terminen de gustar tanto pero... Juro que intento constantemente en ser una más.
Espero, algún día me salga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario